En el 2020 el mercado global de la impresión 3D se valoró en más de 13 millones de dólares americanos; y si bien la cifra es importante, se espera que el crecimiento de la impresión 3D para la construcción, en los próximos 10 años, sea de más del 100% anual. Esta estimación no es descabellada, ya que como parte de la digitalización en la construcción existen varios proyectos que han utilizado programas de modelado para la edificación de estructuras complejas, lo que ha representado para estos varios beneficios, entre ellos:

• Una mayor precisión.
• Mayor eficiencia.
• Reducción de los costos de mano de obra.
• Mayor aprovechamiento del tiempo programado para el desarrollo del proyecto, entre otros.

La impresión 3D y los costos en construcción

Créditos: Emirates 24/7

Sin lugar a dudas, uno de los aspectos que ha hecho atractivo el uso de la impresión 3D para la construcción es el tema de los costos que representa. A inicios del uso de la impresión 3D en el sector, esta se empleaba para la construcción de modelos a escala; sin embargo, con la adopción del BIM las cosas cambiaron y empezó a usarse en proyectos mucho más ambiciosos, que pasaron desde la edificación de una pared (en 2004) hasta la construcción de un edificio de oficinas de 2700 pies cuadrados en Dubai, el cual tardó solo 17 días en concluirse.  

Lejos de ser una moda, el uso de la impresión 3D en la construcción ofrece al sector un potencial significativo para aumentar su eficiencia y es que se trata de una innovación que ayuda a que la industria pueda enfrentar los ajustados cronogramas y presupuestos de los proyectos que maneja.  

Si tenemos que desglosar los beneficios que brinda la impresión 3D para la construcción, en cuanto a costos se refiere, podríamos enumerar los siguientes:  

Reduce los tiempos de construcción

Antes de la impresión 3D un proyecto podía tomar meses o hasta años en concluirse; lo que repercutía en el aumento de costos u ocasionar un desbalance en el presupuesto; sin embargo, con la adopción de esta tecnología se puede concluir la construcción de edificios enteros en menos de un mes, como pudimos ver en el caso de ejemplo de Dubai.   

Este ahorro en el tiempo repercute en que el gasto de mano de obra se reduzca en un 80%; así mismo, que se ahorre un 60% de tiempo en el lugar de trabajo; recordemos que muchas estructuras pueden ser impresas por el proveedor y luego simplemente trasladadas al lugar donde se instalarán.

Se reducen los desechos de construcción y los gastos añadidos que estos representan

En la industria de la construcción, los desechos o residuos representan un sobrecosto importante; no solo por el desperdicio que se genera, sino por el impacto ambiental que ocasionan. Cuando se hace uso de la impresión 3D se tiene la tranquilidad de que sólo se usa el material necesario para la construcción de cada estructura; en ese sentido, es posible trabajar con una construcción limpia las cuales representan un ahorro de al menos el 15% del presupuesto destinado para la disposición final de los residuos.

Se pueden realizar diseños más ambiciosos por menos precio

Antes de la impresión 3D los arquitectos no podían darse el lujo de realizar diseños complejos sin que estos representaran un aumento en el presupuesto o fueran simplemente difíciles de financiar; sin embargo, desde que se puede imprimir concreto en 3D estos límites han sido superados en gran medida, dando más libertad a proyectos creativos que pueden ser manejados dentro de los costos presupuestados para el mismo. 

Se reduce el error humano

El error humano es uno de los grandes causantes de las fallas de proyectos, no solo del sector construcción, sino de muchos otros. Este no solo pone en riesgo el presupuesto de la obra, sino también la vida y la integridad de quienes trabajan en ella. En ese sentido, se estima que con la impresión 3D y con la digitalización en la construcción, en general, se pueden reducir este tipo de riesgos, y con ello también los gastos que conllevan las indemnizaciones y/o penalizaciones que se tuvieran que pagar a causa de estos errores.