Construcción y ciudades inteligentes
Las ciudades siguen aumentando el volumen de su población, de hecho, se estima que en treinta años, alrededor del 70% de la población mundial residirá en estos espacios. Y, a medida que esto sucede, cada vez serán más los retos asociados a este crecimiento. En este contexto, surgen las ciudades inteligentes como una solución que permite crear entornos urbanos con una mejor eficiencia operativa; donde además se ofrezca un servicio más eficiente que se anticipe a las necesidades de la población; asimismo, que permita la conexión de las comunidades y su colaboración, para mejorar la calidad de vida del conjunto.
El sector de la construcción debe asimilar las nuevas tecnologías y los principios de las ciudades inteligentes
Aunque la idea de ciudades inteligentes puede parecer lejana, lo cierto es que ya existen urbes de este tipo en el mundo; incluso existe el Índice IMD de ciudades inteligentes que, para el 2023, tiene por cuarto año consecutivo a Zúrich en primer lugar; y a Oslo en segundo.
¿Pero qué han hecho estas ciudades para alcanzar este posicionamiento? En el primer caso, Zurich cuenta con circuitos interconectados desde 2015, controlados por un sistema de gestión inteligente entre varios edificios, lo que ha ocasionado que tenga una considerable reducción de emisiones de CO2. En cuanto a Oslo, resalta por recopilar varios proyectos inteligentes y planear digitalizar la mayoría de los proceso posibles, de ahí que entre sus planes no solo se encuentre tener buses 100% eléctricos para este 2023; sino que también cuenta con sistemas de gestión de residuos e incluso sitios cero emisiones, sin dejar de lado que apuesta por la arquitectura eficiente y el ecodiseño.
Estas ciudades son un claro ejemplo de que es posible alcanzar los objetivos de las ciudades inteligentes, pero para alcanzar estas metas resulta crucial que el sector de la construcción cambie. Esto implica que sea capaz de comprender, aceptar y asimilar las nuevas tecnologías; así como los principios que rigen las ciudades inteligentes para poder aplicarlos al entorno construido. Si esto se logra, el sector de la construcción podrá:
- Ser más sostenible: al reducir su huella de carbono y ser capaz de construir proyectos con un menor impacto ambiental y una mejor gestión de residuos.
- Ser más conectado: ya que el uso de tecnología disruptiva mejora la colaboración, conexión y conservación de una única fuente de verdad durante la fase de diseño, construcción y mantenimiento de un proyecto.
- Reducir los costos operativos de los proyectos tanto en la fase de diseño, construcción como operación.
- Utilizar el big data para trabajar de forma eficiente e innovadora.
Influencia del BIM en la construcción de las ciudades inteligentes
Como hemos mencionado al inicio, la construcción de ciudades inteligentes resulta un proceso complejo; es debido a esto que el uso de la metodología BIM puede reducir en gran medida dicha complejidad. Si bien asociamos BIM a edificios, ahora oímos cada vez más el término CIM (City Information Modeling) gracias al cual, en vez de concentrarnos en un único proyecto, nos concentramos en ciudades. Esto se puede lograr gracias a que BIM puede integrarse con sistemas de inteligencia artificial o software de gestión BIM GIS, que permitan una mejor gestión del territorio; y que en conjunto, ayude a que las smart cities creen conexiones inteligentes entre edificios e infraestructuras.
La importancia del software de construcción en la formación de ciudades inteligentes
Cuando hablamos de adopción de nuevas tecnologías en el sector, en Digital Bricks creemos que el uso de software de construcción cobra un rol relevante en la construcción de ciudades inteligentes; y es que, gracias a ellos no solo podemos realizar diseños interesantes, sino también recopilar una gran cantidad de datos, los cuales abundan y muchas veces son mal administrados en los proyectos.
Los datos recopilados por el software de construcción nos permiten conocer las fuentes que los proporcionaron; además, al ser programas que se usan en línea y se almacenan en la nube, nos garantizan trabajar con la última versión del proyecto y tener la certeza de que toda la información se encuentra centralizada.
Al tener datos claros, fiables y actualizados, obtenemos varios beneficios en nuestros proyectos; por ejemplo:
- Podemos monitorear nuestros materiales en obra y prever existencias; así gestionamos mejor nuestros proyectos y reducimos los residuos que generamos.
- Podemos hacer un seguimiento de la eficiencia y rentabilidad de nuestros proyectos.
- Es posible aprobar, de forma oportuna, cambios y adiciones sin afectar el presupuesto y cronograma establecidos.
- Nos facilita monitorear el avance de los proyectos en tiempo real.
Las ciudades inteligentes son una realidad que está cambiando la industria de la construcción y que nos empuja a reajustar la forma como vemos la urbe por completo; por lo cual nosotros, los actores del sector, debemos estar preparados para adaptarnos y ser capaces de dominar tanto lo que ya conocemos como las nuevas tecnologías que están presentes y las que están por venir. Preguntémonos en este punto ¿qué tan listos estamos y qué tan preparados están nuestros equipos para asimilarlo?