La importancia del IFC en proyectos BIM para la administración pública
IFC es un formato de archivo abierto que facilita el intercambio de datos de modelos y que debería volverse el lenguaje común para el modelado BIM. Esto último es sustentable si consideramos que, actualmente, un mismo concepto es llamado por diferentes términos, ya sea entre países, entre entidades, o entre los mismos profesionales y, si tenemos en cuenta que trabajamos en bases de datos en las que se usan los mismos archivos es necesario que exista un consenso respecto a cómo llamamos a cada cosa. Pero el IFC va más allá de esto, también define una estructura en base a la cual trabajar los proyectos. En ese sentido, funciona además como un archivador organizado en diferentes conceptos abstractos en donde podemos encontrar la siguiente estructura:
1. IfcProject (Proyecto)
1.1. IfcSite (Lugar)
1.1.1. IfcBuilding (Edificio)
1.1.1.1. IfcBuildingStorey (Plantas)
1.1.1.1.1. IfcElements (Elementos)
Además, el IFC determina, en sus distintos esquemas y versiones, qué entidades son aceptadas. Así, si por ejemplo, si seleccionamos un elemento, como un pilar, podemos ver una serie de parámetros de dicho elemento, los cuales se corresponden con el estándar propio del IFC. Dichos parámetros pueden ser sus propiedades y clasificaciones y, en el caso de estas últimas, pueden ser establecidas en base a su funcionalidad, su relación con las entidades de obra, en función con la estructura presupuestaria, etc.
Esto último es importante, en especial para la administración pública, ya que permitirá que ésta establezca qué es lo que va a pedir, qué es lo que no va a pedir, cómo lo va a consultar después; y, en base a ello, identificar la forma de auditar los modelos para comprobar que están cumpliendo realmente con lo solicitado.
La necesidad de revisar los modelos antes y después de la exportación a IFC
Cuando se analizan los modelos que son generados en el país, podemos notar que cada modelador usa un software propio para luego exportarlo al IFC. Sin embargo, el trabajo de los modeladores no debe concluir en este punto, sino que además deben ser capaces de inspeccionar visualmente el modelo exportado en un visor IFC para comprobar que no han habido errores en la exportación, por ejemplo, pérdida de elementos tridimensionales, o pérdida de información no gráfica.
En ese sentido, el papel de los modeladores no solo recae en generar el modelo, sino también en generar su geometría, clasificarlo, agregar información no gráfica e información vinculada, es decir una URL apuntando a una carpeta en un entorno común de datos. En otros términos, los modeladores deben revisar internamente en el software que los parámetros solicitados por el promotor están ingresados y completados para recién después exportar los modelos al IFC, abrir estos modelos en un visor y comprobar que estos se pueden abrir, que se han exportado correctamente, que tienen la geometría y que no se ha perdido información gráfica ni no gráfica.
Después de que el modelador ha concluido su trabajo, será el inspector de calidad de los modelos BIM quien revise de forma exhaustiva los modelos IFC y, si es necesario, notificar las incidencias detectadas para que estas sean corregidas en los modelos nativos.
La necesidad de usar IFC4 enlos proyectos BIM
El primer formato IFC se da en 2006, y es conocido como IFC 2×3; sin embargo, el más reciente es el IFC4, creado en 2013 y que se diferencia del anterior por tener muchas más entidades; por ejemplo, más tipologías de elementos físicos. Pese a que el IFC4 es una versión más moderna, todavía existen proyectos donde la propuesta incluye IFC 2×3, lo cual no seguirá siendo viable en poco tiempo ya que pronto se dará el lanzamiento de IFC4.3, el cual incluirá obras de tipo lineal, ferroviaria, carretera y marítima, por lo que si seguimos usando IFC 2×3 no podremos utilizar todo lo que el nuevo formato nos ofrece para el sector Infraestructura. Además, continuar usando un formato no actualizado también desalienta a que los desarrolladores de software sigan creando mejoras para el sector. La hoja de ruta del IFC ha sido planeada y por lo pronto apunta a ampliar las extensiones del dominio, simplificar su propio esquema, facilitar procesos de implementación para los desarrolladores y a volverse escalable con una trazabilidad completa.
Sobre la estandarización del esquema IFC
Lo que se busca con el IFC es que sea un esquema internacional, sin embargo, su estandarización a nivel país va a depender de cada región en particular ya que serán estas quienes decidirán si quieren implementar el IFC, qué conceptos del IFC implementar o incluso añadir o solicitar la implementación de propiedades que no hayan sido contempladas en la IFC. Esta decisión también se toma de forma particular dentro del ámbito empresarial, ya que cada compañía tiene un procedimiento para auditar los modelos y establecer aquellos parámetros que sean prioridad, así como el grupo de propiedades que le conciernen. Esto último, no obstante, no significa que se salgan del esquema IFC, sino que éste pueda ampliarse según el estándar de cada empresa.
La importancia del IFC en proyectos BIM para la administración Pública
La necesidad de usar IFC para proyectos BIM de administración pública recae en el hecho de que para una misma obra, los diferentes involucrados usan diferentes programas hechos por distintos desarrolladores. Y, en este contexto, es necesario que dichos programas puedan comunicarse entre sí. Si sólo se trabajase con modelos nativos, cada software usado por los proyectistas debería contar con su propio importador y exportador compatible con el software de los demás proyectistas involucrados, lo que haría inviable el proyecto o interrumpiría su flujo de comunicación. Por este motivo es preferible que los modelos nativos sean exportados a IFC, ya que este puede ser utilizado por todos los involucrados, reduciendo así el tiempo de “traducción” de los proyectos.
El anterior no es el único beneficio del IFC, este también resulta útil porque el IFC, a diferencia de los archivos nativos, es perdurable en el tiempo, es decir que a diferencia de un archivo nativo, este no quedará obsoleto si no se ha abierto y guardado nuevamente en la última versión del software en que se creó, un IFC puede continuar abriéndose incluso cincuenta o cien años después, lo que resulta sumamente útil para las fases de mantenimiento o cualquier modificación que se quiera hacer sobre el proyecto en sí. Sumado a lo anterior, un IFC también facilita el flujo de trabajo entre una empresa y otra, por ejemplo, si en un proyecto en la etapa de diseño, la empresa asignada creó archivos IFC estos podrán ser visualizados después por la empresa a cargo de la construcción sin problemas para continuar con su trabajo, lo que no sucedería si hubiera enviado archivos nativos, ya que no todos los proyectistas trabaja con los mismos programas.
El uso de IFC en licitaciones ya es solicitado en diferentes países. En el caso de España, más del 70% de los proyectos se están pidiendo en formato abierto, y es un ejemplo que también han seguido países como Chile donde incluso han adoptado las propiedades del IFC para sus proyectos sin necesidad de inventar nuevas (como todavía viene sucediendo en algunos proyectos españoles). En el caso de Perú la adopción del IFC se hace necesaria porque se trata del único estándar abierto adoptado por el sector relativo al BIM, además de que resulta complicado hacer que los diferentes actores de los proyectos consulten diferentes bases de datos en distintos idiomas. Así mismo, el uso de IFC es clave para facilitar la comunicación entre los modelos desarrollados en diferentes software y porque además, los modelos pueden ser consultables en un largo periodo de tiempo sin riesgo a perder información; así mismo, porque resulta inviable disponer de todos los software existentes para poder visualizar la información de cada uno de ellos.